domingo, 29 de mayo de 2011

Se remató la planta de COTAR Totoras


Fuente: Indymedia Rosario
La fábrica de quesos de la Cooperativa de Tamberos de la Zona de Rosario Limitada (COTAR) fue rematada este jueves en 2,5 millones de pesos. El terreno de 3 hectáreas quedó en manos de un fideicomiso manejado por el banco acreedor. De este modo el Banco Macro (ex SCOTIABANK QUILMES S.A.) se hizo de la tercera parte de la deuda que mantenía COTAR, la que ahora deberá responder por la suma restante.

La puerta del Juzgado Comunal de Totoras sirvió de escenario para que 4 oferentes disputaran este jueves la planta totorense de COTAR. El centro productivo instalado en un terreno de más de 3 hectáreas permanecía inactivo desde 2008 y era garantía hipotecaria de un préstamo adquirido con el entonces Scotiabank Quilmes S.A. La base inicial del remate fue de 6 millones 800 mil pesos, lo que sería el monto actual de la deuda, según informó el martillero Mariano Cabal.

Ahora la cooperativa de tamberos debería responder por los 4,3 millones de pesos restantes. Esto genera una gran preocupación porque, según los datos aportados por los síndicos de la cooperativa "Cotar no está en condiciones de afrontar ninguna deuda".

El remate de la planta de COTAR Totoras había sido dictado por el juez de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de la Segunda Nominación de Rosario, Luis Ramunno y es parte de un largo proceso de desgaste económico financiero que lleva más de una década y tiene como un actor fundamental a SanCor, que controla COTAR desde 1998. Respecto a este punto, los obreros de la cooperativa de tamberos denunciaron en más de una ocasión de que "si COTAR no quebró aún es porque se quieren buscar todos los mecanismos para desligar a SanCor de una posible quiebra".

Actualmente, los trabajadores de la histórica empresa láctea rosarina perciben salarios por debajo del convenio, no se efectúan los aportes correspondientes y según datos estimativos, el patrimonio neto negativo de la firma rondaría los 60 millones de pesos. A esto se suma que, en los últimos tres años, los puestos de trabajo de COTAR descendieron de 250 a 180 y la imposibilidad de afrontar las deudas genera incertidumbre acerca del mantenimiento de la fuente laboral.