viernes, 23 de abril de 2010

SANCOR, LA RECETA ES LA UNIDAD


Del 27 de noviembre de 2008 en adelante, se produjeron muchos hechos que marcan el presente y el futuro del Centro de Distribución SanCor Rosario.

Con la disolución de la Seccional Rosario el avance de la patronal fue evidente y claro.

Sacaron las líneas del interior, pisotearon la bolsa de trabajo de los hijos de afiliados, se cortaron las efectivizaciones de los compañeros contratados, entre otras injustas decisiones de la empresa.

Hoy el paraguas de la Seccional El Trébol no nos llega a proteger de las medidas que toma la patronal para con nosotros. El período de reducción de Personal, centralización de la producción y la distribución está en marcha. Clara muestra de esta “política” es la postura que toma SanCor frente a las citaciones en el Ministerio de Trabajo de Santa Fe por la restitución de las líneas. Ahí va su respeto por las instituciones: SanCor desoye el pedido de los trabajadores y el Cuerpo de Delegados, así como también la citación a la audiencia por parte de las autoridades.

Por otra parte, la gente de Recursos Humanos, gracias al desvío del trabajo legítimo de la Sucursal Rosario hacia otros centros de distribución, se olvidó de la Bolsa de Trabajo, justificándose en la reducción de personal que hizo posteriormente al desvío de las líneas del interior. La Empresa ni siquiera contempló la bolsa existente para aquellos compañeros que formaron parte de los Retiros Voluntarios. Sus hijos hoy sirven para engrosar el número de desempleados del país. No hay que olvidarse de los subsidios para los “Retiros voluntarios” conformados con los aportes de todos los compañeros de SanCor del país, de manera que exigir que se incorporen a SanCor los hijos de los compañeros retirados no es una idea descabellada y de alguna manera es un derecho debido a ese descuento compulsivo.

Para nosotros la bolsa de trabajo sigue vigente, así como también el pedido de efectivización del personal tercerizado, porque todos sabemos que han habido muchos retiros y otro tanto de renuncias, y todavía la empresa no ha efectivizado a un solo compañero contratado.

Tenemos que soportar que nos digan a la cara que somos vagos, cuando en verdad nos quitan cada vez más trabajo. Dicen que la culpa es nuestra, cuando no somos los que tomamos las injustas decisiones que se han adoptado.

La existencia de un Depósito-Sucursal de Ventas en la ciudad de Rosario es harto necesaria y estratégica, no sólo debido a que es un centro neurálgico del país, sino que además demostró ser redituable para SanCor. A pesar de las ganancias generadas en la Sucursal, la empresa no cesó en su afán de achique y centralización, y aprovechándose de la coyuntura gremial, de la cual fue partícipe e incitadora, realizó una jugada política, un vuelto para los compañeros que bajo la protección de la Ex-Seccional Rosario hicieron valer siempre sus derechos y nunca se dejaron pisotear por la Patronal.

Están destruyendo a la empresa y la vida de los trabajadores de SanCor Rosario, sin embargo duermen plácidamente por las noches, “en paz con sus conciencias”. No lo decimos sólo por los ejecutivos encumbrados allá arriba, lo decimos también por los “compañeros” que nos traicionaron y le allanaron el camino a la patronal.

Si hemos logrado conquistas mediante la unión y el respeto, juntos tenemos que seguir, discutiendo, limando asperezas. Siempre con el único objetivo de impedir las injusticias de la empresa.

La mejor receta para aguantar los tiempos difíciles que pueden llegar, es el ejemplo de los compañeros más viejos de la Sucursal, la inquebrentable dignidad de quienes no compraron ninguna receta mágica, aquellos que se arremangaron para defender a sus pares, sus hijos y su fuente de laburo. En síntesis, el compañerismo y la unidad